lunes, 24 de mayo de 2010

Feliz Bicentenario.










A partir de este bicentenario: ¿Es posible pensar un País más unido, menos confrontado? Esta interrogación nos conduce a una realidad incómoda: ningún ser humano es propietario de la verdad, es decir; LA verdad (como tal) no nos pertenece.

Por ello, creo que la humildad intelectual y la aceptación de ciertos límites de nuestra razón bien podrían generar una predisposición más abierta al diálogo y a la escucha del otro.

No sé que piensan Uds, pero yo ya estoy harto de las confrontaciones. Del eterno Boca-River, de la incapacidad para reconocer que áun el partido o grupo con el que disentimos puede generar aportes o logros positivos.

Contrariamente a lo acontecido en 1810, hoy ya no priman la ideas iluministas. Esto no implica que algunas de esas ideas no puedan ser útiles pero ya no existe básicamente la antinomia "Civilización o Barbarie". Y si la misma se sigue dando es consecuencia de la cerrazón mental de aquellos sectores que creen tener la verdad revelada.

El proyecto de una Patria digna no implica que estemos todos de acuerdo, por el contrario, las diferencias son una muestra cabal de salud cívica. Pero las diferencias tienen que estar abiertas al diálogo. Y para ello es menester reconocer que la "eterna" confontación sólo nos conduce hacia una sociedad más disgregada.

Humildad, mente abierta, capacidad para generar proyectos y predisposición al diálogo son las herramientas que pueden ayudarnos a contruir una Patria más libre, más fraterna y justa.

¡Feliz BICENTENARIO para todos!

5 comentarios:

  1. Sí, Deli. Yo también estoy harto de las confrontaciones absurdas basadas en las conveniencias y no en las ideas. La rigidez parece ir en aumento, aunque tal vez, bajo la superficie aparezca un movimiento dispuesto a mayor compromiso y apertura. Donde el objetivo sea el mismo, el bien común, más allá de las diferencias. Sin humildad y diálogo esas diferencias que vemos cada día se incrementarán. Y debe comenzar por nosotros, aunque encontremos supuestas razones para justificarnos y encontrar culpables a los de enfrente. Podemos ser firmes y justos y a la vez tolerantes, o al menos intentarlo. Abrazo. JM

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  2. El desafio entonces estará primero detectar quienes llevan a confrontar, a la disociación, y luego, quienes se acercan mejor a la razón. Buen planteo! yo estoy comprometido desde hace años en sostener posturas que no son las más populares pero que están destinadas a mejorar la calidad de vida de la mayoría, y lo hago teniendo muy en cuenta esto que escribiste. Abrazo.

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  3. Bueno, Deli, debo decir que tu post es de lo más razonable que he leído/escuchado en estos días a raíz del "Bicentenario": podremos dialogar, sabiendo que es normal y hasta saludable que existan diferencias entre nosotros?

    Hay días, te confieso, en que empiezo a creer que el diálogo constructivo en este país es una utopía...

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  4. Coincido totalmente, en el contenido y en la forma de expresarlo . M.S

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  5. Tal vez por mi "Nietzschereanismo", no me gusta la palabra esperanza. Pero lo cierto es que estos festejos Bicentenarios me provocan esperanza. Sera que esta vez si lograremos unidad más alla del partidismo? La gente dio un ejemplo al gobierno que se "olvidó" de invitar a la cena de gala a Cobos y a los ex presidentes del país. Claramente hay una necesidad enorme de superar las diferencias y unirse para trascender. El tiempo dirá. Por ahora: FELIZ BICENTENARIO!

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