martes, 28 de septiembre de 2010

Martin Heidegger (1889-1976)


"[la tormenta que atraviesa el pensamiento de Heidegger -como aquella cuyo soplo nos llega a través de los milenios en la obra de Platón- no procede de nuestro siglo. Proviene de la antigüedad primigenia, y lo que deja tras de sí es algo consumado, que como todo lo consumado retorna al seno de la antigüedad primigenia." (Hannah Arendt)
Seré categórico: es imposible comprender la filosofía que se da a partir de mediados del siglo XX y principios del nuestro (no solamente en el ámbito continental sino también en gran parte en el mundo anglosajón-norteamericano y aún en nuestro propia latinoamérica) sin haber pasado por el pensamiento de Heidegger. Pasa que este pensador es un referente esencial para poder comprender las problemáticas de nuestros tiempos. Heidegger es el filósofo de nuestros tiempos. Se puede (y debe) disentir con él, lo que no se debe filosóficamente hacer (y muchos se ahorran ese trabajo) es obviar su lectura. Nos guste o no, Heidegger es una "herramienta" del pensamiento, indispensable para interpretar nuestro mundo.
"Los pastores, invisibles, viven fuera de los límites del desierto de la tierra devastada, que sólo tiene que servir para el aseguramiento del dominio del hombre, un hombre cuya actuación afectiva se limita a evaluar si algo es importante para la vida o no lo es, una vida que, como voluntad de voluntad, exige de antemano que todo saber se mueva en este tipo de cálculo y de valoración que procuran seguridad." ( Martin Heidegger, Superación de la metafísica, en Conferencias y artículos).


jueves, 23 de septiembre de 2010

La cuestión del aborto...


En un blog de una colega: http://sexualmentemai.blogspot.com/
se habla de una "caravana cultural por el aborto legal, seguro y gratuito." Dado que el tema me parece sumamente relevante, transcribo a continuación el comentario que he vertido en el mencionado Blog.
Dada la época que estamos transitando, dada nuestra precariedad existencial y la falta de madurez cultural a escala planetaria no creo que este tema pueda aún ser correctamente planteado. Es decir, toda solución será siempre a medias y el debate traerá -indefectiblemente- la confrontación de los diversas perspectivas. Sin embargo, es mejor, hablar que callar ya que el silencio no solamente no ayuda en nada sino que termina contribuyendo para lo peor.
Este es mi comentario que dejé en el posteo. Me gustaría saber también el de Ustedes.

Algunas aclaraciones para plantear el tema del aborto:
1) El aborto antes de ser un derecho, es una desgracia. Es cohartar una existencia que se está gestando, de un ser único e irrepetible en el universo que tiende a nacer y se aferra a la vida.
2) El cuerpo (en formación) del embrión NO es el cuerpo de la mujer y su vida tampoco le pertenece. Es un ser autónomo que se gesta en el seno corporal de la mujer pero no es parte de la misma.
A partir de estos dos puntos planteemos el debate. Tema difícil si lo hay. Por eso, en sincronía con el tema del aborto hay que plantear el tema de los "derechos del embrión".
Ese cartel no me parece adecuado, no refleja la gravedad del hecho, es más; tiende a minimizarlo.
En lo personal creo que este tema debería tratarse individualmente. Es imposible generalizar.
Considero que es sumamente importante una conscientización adecuada basada en una campaña de prevención.
Abortar es triste, una pérdida de vida. Es la última alternativa, y no tiene nada de festivo.
Abrazo y beso para tí!!R.P.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

"Amar a los espectros."



Jacques Derrida (1930-2004)
No exagero si afirmo que fue el "padre" del "deconstruccionismo". Sus obra pasaron diversos períodos, desde su hincapié puesto en el lenguaje, pasando por el problema del "otro" (que no deja de ser sumamente actual), la amistad, la muerte, la cuestión religiosa, la comunidad, el don, la hospitalidad. Un pensador de lectura difícil (a mi criterio tan difícil que muchos lo simplifican o directamente no lo leen). Indiscutible para entender nuestros tiempos. En lo personal me sirvió mucho para visualizar la obra de Martin Heidegger desde otra mirada, desde una mirada crítica aunque no ácida, lo cual me permitió hallar sendas inexploradas en el pensador alemán.
Dejo un comentario (sumamente sugestivo) de Mónica Cragnolini (posiblemente la filósofa argentina que más sabe sobre Derrida):
"Existe una tendencia en el pensamiento occidental a conjurar los fantasmas, es decir, retornarlos a sus tumbas, para que estén muertos y bien muertos. Frente a esto, Derrida llama a una convivencia armoniosa y amorosa cono los fantasmas (con los muertos-vivos). En Espectros de Marx señala que: "Hay que amar a los espectros", y es que todos, en tanto estamos "entre" la vida y la muerte, tenemos una condición fantasmática."

sábado, 18 de septiembre de 2010

Las verdades del romanticismo


Entre los escritos de Hölderlin figuraba esta frase de Göethe:
"El placer (Lust) y el amor son las alas para las grandes acciones."
(Tubingen, 12 de Febrero de 1791)



viernes, 17 de septiembre de 2010

Estamos cada vez más impúdicos


El alejamiento del pudor desvanece la diferencia sexual.

jueves, 16 de septiembre de 2010

volver a ser niño...



Volver a ser niño, soñar que todo es nuevamente posible, que los únicos límites los pone tu imaginación, siempre volátil, siempre lúdica.


¿Como no vincular cierto "estado paradisíaco" con esta inocente edad?


Muchas veces pienso: Si pudiera retornar a esos tiempos, ¿qué es lo que cambiaría en mi vida? ¿Qué cosas intentaría hacer que no hice? ¿Cómo me proyectaría en la vida?

Quisiera mantener mi presente, pero también tener la posibilidad de retornar para volver a proyectarme más allá del rígido y exageradamente serio mundo de los adultos. Mundo serio, demasiado formal y poco imaginativo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

los extraños seres humanos..


Entre la sexualidad y la oración vibra nuestra existencia...

jueves, 9 de septiembre de 2010

La crisis de las ideologías 1.


Creo que las ideologías están en crisis. La palabra crisis no posee necesariamente una connotación negativa, más bien supone un replanteo de los supuestos.
Me he propuesto hacer algunos posteos sobre lo que, políticamente, se denomina como "derecha" e "izquierda". Hay intelectuales que consideran que dichos términos están perimidos, que ya no sirven para analizar las orientaciones ideológicas de los diversos partidos políticos. Puede ser, pero no estoy tan seguro. Creo que todavía existen "proyectos" y "sensibilidades" que son más de derecha o más de izquierda según el caso.
A lo que voy a referirme, en los próximos posteos, es sobre las cosas que no comparto tanto de la denominada "derecha" como la "izquierda". Se me podrá contraargumentar que me quedo en la mera crítica...., puede ser. ¿Pero que sucede cuando las posiciones ideológicas no lo convenecen a uno? ¿Debe alguien necesariamente inclinarse hacia uno u otro bando? Creo que no. Cuando uno elige por lo "menos malo", creo que en realidad no se está eligiendo. En todo caso se está descartando una determinada imposición ideológica, pero eso no es elegir. Eso no es comprometerse existencialmente. Y creo que una verdadera elección, en mayor o menor grado, siempre involucra un determinado proyecto personal.

martes, 7 de septiembre de 2010

Libros que nos esperan...


Quienes gozamos de la lectura de los textos (en mi caso, casi siempre de libros de filosofía) nos damos cuenta de la inmensa cantidad de cosas que hay para leer, de todo lo que nos falta, del tiempo que lleva leer (y comprender!) un buen texto y de que, inexorablemente nuestra existencia es finita y siempre quedarán lecturas pendientes.
De todas maneras ya empiezo a creer que uno no elige tanto los libros sino que son ellos (y sus temas) aquellos que nos convocan. El libro, el texto, el artículo, etc. es el que te llama. De alguna manera posee la capacidad de sincronizar con tu existencia y tu proyecto de vida. Por eso creo que los libros nos eligen. Es lo mismo que decir (y muy hegelianamente): existen pensamientos flotantes, muy volátiles, que buscan ser pensados y re-creados a través de la interpretación del lector. Por ello convocan a algunos espíritus para pensarse a sí mismos a través de ellos.
Un ejemplo; si leo a Sartre es en realidad su pensamiento el que me llama, el quiere plasmarse vitalmente por medio de mis reflexiones, interpretaciones y posibles acciones cotidianas. Digo Sartre, como podría ser cualquier otro autor; sea un filósofo, un poeta, un teólogo, un novelista, etc. Prefiero pensar que los pensamientos "vuelan", que se movilizan en dimensiones que extralimitan nuestro mundo "corpóreo", y que no dudarán en intentar corporizarse ni bien encuentren un "nicho mental" que les sea propicio.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Sacrificios humanos en una ciudad caótica...


Los antiguos pensadores griegos sostenían que existía una relación entre el Lógos (entendido como orden o sentido) cósmico y el quehacer humano. Para funcionar correctamente, la Pólis (ciudad) de los hombres debía reflejar el Lógos, la dinámica de las leyes cósmicas. Esta concepción cósmico-social también ha estado presente en diversas culturas pre-modernas.

En el mundo moderno, con el advenimiento de la burguesía, este paradigma de la realidad ha caducado dando reeemplazo a los gobiernos democráticos con el propósito de generar una sociedad más justa, libre e igualitaria. La modernidad ha suplantado la visión de la totalidad con el propósito de privilegiar al hombre en tanto individuo. Con sus consecuencias positivas (que las hay) y sus efectos negativos (que también existen), lo cierto es que somos, nos guste o no, modernos, en algunos casos, ya post-modernos, en otros, todavía pre-modernos. Esto implica que vivimos, en lo general, en grandes ciudades, que gozamos de ciertos derechos (avalados por la respectiva Constitución) y hemos dejado atrás a la época Antigua y a la Edad Media. Ya nadie tolera la servidumbre, los derechos humanos son universalmente aceptados y la democracia se extiende, incluso, hacia otros seres vivientes (democracia y ecología). La consigna es que el hombre respete y sea respetado en sus derechos cívicos.

Sin embargo, cuando vislumbro y experimento lo que está sucediendo por estos tiempos en la Argentina me doy cuenta que la "ira" de los antiguos dioses está retornando. Esta ira se manifiesta en forma de "Caos". Pero un Caos comprendido como un des-orden extremo librado a la anarquía de las pasiones.

Macri con su buena intención de regular el tránsito empezó a multar a aquellos conductores que violan las reglas. Aunque parezca mentira, en la Argentina del siglo XXI, todavía hay gente que se cree "viva" por cruzar un semáforo en rojo o no usar el cinturón de seguridad. La intención de Macri es buena, aunque también muestra su ingenuidad al considerar que estas cuestiones se "arreglan" de un día a otro en un contexto totalmente desbordado.

Mientras Macri quiere "poner orden", los paros y las marchas permanentes obstruyen el paso de los automóviles, los colectivos y los transeúntes. Cualquier grupo minoritario interrumpe el tránsito y alega "razones" (algunas veces atendibles, otras no) que violan la Constitución Nacional. Colegios tomados por 20 o 30 alumnos que impiden que prosigan normalmente las clases y perjudican a sus propios compañeros. Autoridades pasivas, rectores que adolecen de poder para poder sancionar la indisciplina. Padres de alumnos que parecen inexistentes Y una policía que oscila entre el miedo, la impericia y la impotencia.

La ciudad es un "caos", dicho en términos vulgares y cotidianos: un quilombo. Un quilombo muy poco sensual y altamente peligroso. La agresión parece marcar su cadencia, el Lógos u orden de la misma fue desplazado por el ritmo del "salvese-quien-pueda" y la violencia que ejercen los asesinos y los delincuentes. Los criminales andan sueltos, los motochorros son una plaga y los "pibes chorros" ya constituyen parte del paisaje cotidiano de la metrópoli.

Es indudable que la Pólis se ha separado del Lógos y lo que predomina es el Caos. Ya no hay dioses a quienes realizar sacrificios para que de este modo se pueda contener la escalada de violencia. No hay dioses, pero siguen y se multiplican los sacrificios. Miles de personas los padecen en mayor o menor medida. Desde el malestar de un tránsito que es abrúptamente interrumpido por una marcha ridícula, hasta la posibilidad de que un pibe con la cabeza literlamente quemada te "quite la vida". Los sacrificios humanos se prosiguen consumando aún cuando los dioses se hayan retirado. El poder del mal está vigente.

No hay Lógos, hay Caos. Los dioses se han ido, pero hay quienes han heredado el poder de su inuscitada violencia. Sólo que ese poder ahora es humano. "Humano, demasiado humano"y proviene de los mismos gobernantes. Hombres codiciosos, cuya ambición política parece tornarlos socialmente insensibles.
Stalin, Hitler, las dictaduras mundiales (incluida la nuestra) utilizando las estrategias políticas del Estado han justificado la matanza de miles (o millones) de personas. En estos regímenes el accionar proviene a partir de una deliberada praxis fundamentada ideológicamente. Existen también Estados que no justifican la matanza de sus ciudadanos. Dichos Estados no accionan ni planifican nada de eso, simplemente permiten que sus ciudadanos padezcan la inseguridad y sean víctimas de la violencia. Y a eso lo denominan "progresismo"...