Cada tanto es bueno "petardear" un poco. Sobre todo para aquellos que poseen creencias y pensamientos tan arraigados que consideran su interpretación como LA única posible.
Obviamente; las palabras de este autor son también una mirada. El autor ciertamente es ecuánime y sabe que la generación del 80 es un tema de estudio complejo y difícilmente reductible. Y sin embargo, para aquellos que idolatran sus propias creencias resulta propicio removerles ciertos dogmas.
"Dentro del aludido conglomerado ochentista, se encuentra un núcleo hegemónico que generó altos montos de sojuzgamiento y marginación interna, mientras se sometía a su vez a los dictámenes de ultramar. En nuestro enfoque, que apunta a la historia de las ideas, podemos hablar aquí de una ascesis capitalista que renovó la inveterada mentalidad opresiva y discriminatoria. Así se instala como modelo de hombre nuevo y superior el prototipo angloamericano en detrimento de la presunta desidia latina y autóctona. La self-help y el self-made -man se agitaron en esta orientación como consignas prácticamente inapelables, hasta que el acceso del radicalismo al poder desembocó en lo que habría de juzgarse como el triunfo del "alma plebeya" Entretanto, Sudamérica tendía a ser descripta como afectada por "atavismos atrofiadores y desmoralizadores de la conciencia pública... influidos por la inoculación de injertos de razas de los desiertos"...(J.F.Lopez)" Las frases pertenecen al texto de Hugo E. Biagini, Filosofía Americana e Identidad, El conflictivo caso argentino, Editorial Eudeba (1989), p. 98.
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