Pensar a la intemperie; no un pensar sin supuestos, sino un pensar que vislumbra sus supuestos y es respetuoso de sus límites.
Amar a la intemperie; no implica un amor incondicional proyectado en la eternidad de un "sí" en un tiempo inexistente, sino un amor que sabe que en cada abrazo y cada caricia destella la promesa aún en medio de la fragilidad de los vínculos humanos.
Rezar a la intemperie; no es hablarle a un "Dios" presente, sino sentir la bendición de su ausencia que nos permite seguir confiando en la brumosa e insondable existencia.
me gustó eso de rezar a la intemperie y esa definición de Dios...excelente...
ResponderEliminarCiertamente, la apariciòn de un Dios visible, eliminarìa el concepto de FE.
ResponderEliminarcuantas cosas cambiarìan! que mèrito traerìa el ser "creyente"?
Las cosas deben ser, como son.
Un abrazo.
El amor en la fragilidad de los vinculos humanos.
ResponderEliminarComo decia Heraclito y su teoria de los opuestos
Fuerte-fragil, una misma cosa. No es uno sin el otro.
Y nosotros, los seres humanos somos un poco todo...
Lali
Que hermoso, tío!
ResponderEliminarBesos
Masha