lunes, 13 de diciembre de 2010

Ciertas verdades de los curas tercermundistas.



No se le puede hablar de Dios a aquel padece de hambre (que tiene, hablando mal y pronto, el estómago vacío), que está desnutrido. A ése, la palabra de Dios le habla dándole de comer.

2 comentarios:

  1. Sin embargo son los más fáciles de conducir hacia la fe porque son los más necesitados de creer, que paradoja, no Deli?
    ABrazo.

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  2. Sí Maxi, precisamente porque son los más fáciles de conducir hacia la fe pueden ser más facilmente manejados y explotados. Ese fue -más allá de aciertos y errores- el mérito de algunos sacerdotes tercermundistas; percibir que la religiosisdad no puede ser caldo de cultivo para la explotación humana.

    Gracias por pasar!
    Un abrazo
    R.P.

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