martes, 24 de abril de 2012

Heidegger y la misión del mundo ruso con respecto a la tierra.

En el capítulo VII (El ser [Seyn] y el último Dios de este hermético texto precisamente en el punto 94 titulado Tierra y Mundo, Heidegger afirma:

"La diferenciación es según la historia del ser [Seyn]. No contrasta algo presente ante la mano () con respecto a otro, sino piensa una historia del ser [Seyn], desde la cual tierra y mundo mismo se fundan históricamente (Geschichtlich).
Cada tierra se cierra y pertenece así a un mundo; el cerrarse como lo terrenal (Erdhafte), pero tierra aún histórica y ya histórica. Un error creer poder decir algo de la "naturaleza" libre de historia, la imposibilidad de este concebir-en-sí no significa "subjetivismo" alguno.
Cada mundo se abre y pertenece agregado a una tierra. Cada mundo y cada tierra es así, en el todo de su pertenencia, histórico. Pero esta historia es, conforme a la del ser [Seyn], extraña y simple y como occidental ya ensamblada desde la esencia del ser [Seyn].
La historia de la tierra del futuro ha sido dejada puesta en la escena del mundo ruso, aún no liberada para sí. La historia del mundo ha sido encomendada a la meditación de los alemanes.
La historia misma es aquí unida a la del ser [Seyn], y a saber la esencia de su verdad, en la que se encuentran tierra y mundo en la contienda como su origen."

La pregunta que nos suscita este breve comentario es la siguiente: ¿a qué se debe a que Heidegger afirme que"la historia de la tierra del futuro ha sido dejada puesta en la escena del mundo ruso"? La interacción entre mundo-tierra ya había había sido expuesta en la conferencia El origen de la obra de arte (1935). En la misma el concepto de tierra aparecía como una noción radicalmente novedosa que no podía ser reducida a la "materia" ni tampoco homologada con la "naturaleza". La tierra y el mundo son recíprocamente dependientes y su movilidad constituye el ritmo de la la alétheia, es decir, la patentización de la verdad del ser..
Con todo, es menester preguntarse a qué responde este nuevo "giro" en el concepto de lo térreo en el pensamiento heideggeriano. Si en la Introducción a la metafísica (1935) el autor advertía contra los peligros del bolchevismo y el americanismo que eran concebidos en tanto que "Europa se halla entre las tenazas formadas por Rusia y América, que en el sentido metafísico son lo mismo, es decir, con referencia a su carácter universal y su relación con el espíritu." (p. 49), tres años después en la Historia del ser [Seyn] el autor parece otorgarle un rol preponderante "a la historia de la tierra del futuro" la cual queda "dejada puesta en escena del mundo ruso", aunque "aún no liberada para sí". ¿Qué significa esta liberación? ¿Será que la misión del pueblo ruso es, en referencia a la tierra, una historia esencial que conlleva hacia el "otro comienzo" (andere Anfang)? Son escasas las indicaciones y las referencias..., pero la cita de Heidegger es clara. No se trata de la Rusia bolchevique que se menciona en 1935 en la Introducción a la metafísica. No. Es la Rusia mística cuya tradición parece ser más fidedigna a lo térreo y, por ende, resguarda la sacra verdad de ocultamiento, parece custodiar la lethé de la alétheia. Es decir, posee en su mundo (ruso) la posibilidad de la salida de nuestro imperante nihilismo.




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