miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Cómo no vamos a indignarnos?



¡Índígnate!, de Stéphane Hessel es un interesante texto de lectura para los alumnos de cuarto o quinto año de la escuela secundaria. Como disparador de debate puede servirnos para preguntarnos cómo es que hemos llegado a arruinar de manera tan exhaustiva nuestro mundo. Un buen pretexto literario para abrir el debate en torno a las ideologías del "progreso" (Liberalismo, socialismo, ismos...) que tanta supuesta felicidad prometían al género humano. Recomiendo su lectura para abrir el debate. Aquí va una pequeña partecita de este breve pero consiso texto.


"Pero no es menos cierto que se han hecho importantes progresos desde 1948: la descolonización, el final del apartheid, la destrucción del imperio soviético, la caída del muro de Berlín. Por el contrario, la primera década del siglo XXI ha sido un período de retroceso. Este retroceso lo atribuyo en parte a la presidencia estadounidense de Geor Bush, al 11 de septiembre y a las desastrosas acciones que como consecuencia ha emprendido Estados Unidos, como esa intervención militar a Irak. Nos hemos encontrado con esta crisis económica, pero no hemos aprovechado la ocasión para iniciar ninguna nueva política de desarrollo. De la misma manera, la cumbre de Copenhagecontra el cambio climático no ha conducido al compromiso de una verdadera política para la preservación del planeta. Nos encontramos en el umbral, entre los horrores de la primra década y las posibilidades de las siguientes. Pero hay que tener confianza, no hay que perder la confianza nunca. El decenio anterior, el de 1990, fue el origen de grandes progresos. Las Naciones Unidas supieron convocar conferencias como la de Río sobre el medioambiente, en 1992; la de Pekín sobre las mujeres, 1995; en septiembre de 2000, a partir de la iniciativa del secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, los 191 países miembros adoptaron la declaración sobre los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, a través del cuál se comprometían a reducir la pobreza en el mundo hasta la mitad desde ese año hasta 2015. Mi principal disgusto es que ni oBama ni la Unión Europeahayan propuesto una aportaciónpara una fase constructivaapoyada en los valores fundamentales. " (pp. 46-47)

1 comentario:

  1. Querido Deli, no se cual es el tratamiento del tema en las escuelas, y mucho menos cuales serían los caminos correctos hacia una toma de conciencia de la problemática que planteas, pero instalar el tema en la cabeza de los pibes me parece sumamente acertado. Sospecho que ellos van teniendo más conciencia que nosotros de lo que hemos hecho, como con el cigarrillo. Y cómo otras cosas deberán crecer pensando como frenar este destrozo...

    Abrazo amigo.

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