"Uno de los grandes maestros de la literatura nacional", palabras de Monseñor Laguna en el día del fallecimiento de Ernesto Sábato. Para mí, un genio literario que se expresa de modo excelso en sus tres novelas (El Tunel, Sobre héroes y tumbas y Abadón el exterminador). Tuve el gusto de conocerlo personalmente en el año 80 en ocasión de una conferencia que dió en la sala hebraica. En aquel momento, una vez finalizada la exposición, tuve el atrevimiento de acercarme a él, darle la mano y decirle: "Para mí Sr. Sábato, hay en mi vida literaria, pero también espiritual, un antes y un después de haber leído su novela Sobre héroes y tumbas". Sábato me agradeció emocionado; "muchas gracias". Ha partido un grande, alguien que a través de su escritura fue capaz de ahondar y repercutir en lo más profundo de nuestro ser. Un hombre comprometido, con el que se puede estar o no políticamente de acuerdo, pero que existencialmente nos conmueve y honra con su visión del universo.
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